Ya pasaron unos días y mi pelo se asento, ya me siento 100% rubia. Estoy contenta pero no fue fácil.
Quise hacerme la loquita y no lo soy ¿cuándo lo voy a entender? No soy una persona que nació para los cambios drásticos, no soy de la gente que piensa el pelo crece, no soy de las mujeres que aman ir a la peluquería, no soy rubia, soy morocha.
Una mañana en México (sí, el cambio de look lo hice en México en una buena peluquería, que nadie me recomendó) gracias a la insistencia de Cande, decidí ir a hacerme el color de Laly Esposito ¿? Fue su foto la que le mostré al peluquero.
LA FOTO DE LA LOCURA |
En fin, todo se conviertio en una tortura, después de 3 horas ahí adentro me lavan el pelo, me veo y no puedo creerlo, me sentía un jugador de fútbol, ese amarillo cruel, decolorado, brilloso, siniestro.
Casi con lagrimas es los ojos digo; esto no es lo que yo quería, nervios, tensión los peluqueros se miran, se juntan y debaten. Veo por el espejo que una colorista le dice a mi peluquero; nunca vas a llegar al color que ella te pidió, se lo tendrías que haber dicho (con tonada Mexicana).
La señora que tenia al lado mio, haciéndose el color, me dice; ¿Cuantos años tienes?; 27 le digo; tranquila me dice; yo a tú edad ya me había hecho de todo, el pelo crece.
Esto empeora todo hasta esa mujer se había dado cuenta lo mal que me quedaba.
La llame a Lu, viene rápido a la peluquería, y me dice que no es tan grave y yo le digo que quiero volver a mi color.
LA FOTO DE LA TRAGEDIA |
Ahí tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida, volver a mi color o que me sigan decolorando (aclaro que hasta ahí yo no sabia ni lo que me ponían en la cabeza, me habían dicho que NO era decolorante, porque yo no quería). Todo el salón (en México se dice así) opinaba, los chats del Whatsapp ardían, y yo lloraba.
Decidí seguir y 4 horas más tarde llegaba al color que había imaginado. Pero no me importaba nada, después de más de 7 horas en la peluquería, 35 lavadas de pelo, 200 revistas hojeadas y un hambre voraz lo único que quería era irme a mi casa.
Cuando llegue a la casa lo toque, me vi en el espejo y pensé "Okey nunca más pelo sedoso, sano, lindo, nunca más levantarme y no peinarme" y nuevamente me puse a llorar. No entendía porque me había sometido a todo esto, si a mi nunca me había interesado ser rubia.
Esa misma noche estaba contenta, me reía de mis llantos y de lo difícil que es ser yo. El color me gustaba, y el mundo me decía que el pelo se recupera con baños de crema, shoks de Keratina y cuidados intensivos. Cosa que ya estoy haciendo!
Subí fotos y avise en las redes sociales que así volvía simplemente para que sean sutiles con las caras y comentarios.
EL RESULTADO FINAL |
DIOSA amigaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarTe queda divino Jose! !! Sos diosa!!!!! Besote enorme! Romi
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